Dos de los motivos de la ausencia han sido la lectura y un viaje a la ciudad del amor. Estoy leyendo de todo, especialmente literatura de escasa calidad (tranquilos, no se reseñará en la edición impresa del fanzine). Sin embargo, he descubierto que existe un placer implícito en el hecho de sentarse en calzoncillos en el sofá y leer cualquier cosa. Nunca he sido de los que leen en el lavabo, pero ahora encuentro que tiene su rollito. Sin embargo en París resultaba imposible leer, siendo la ciudad más literaria que he conocido hasta ahora. ¡Ay, poeta! ¡La vida o la literatura!

2 comentarios:
En París difícil, ¿eh? Prueba a ver en Amsterdam... ¡allí si que es imposible! ;-)
Lo triste sería que dedicáramos los viajes a leer. A Amsterdam no recuerdo si fui o no :-)
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