jueves, 29 de noviembre de 2007

El corazón de las tinieblas

A propóposito del libro más conocido de Joseph Conrad, Vila-Matas -del que no soy muy devoto- escribía en El País que la traducción correcta del título debería ser "Corazón de Tinieblas". No sé si es o no la traducción más próxima a la versión original; lo que sí me parece es que es un título más cercano a lo que el texto evoca y que remite con acierto a una doble lectura: por un lado, el interior brumoso e inhóspito de la selva, por el otro, el corazón no menos brumoso e inhóspito de Kurtz.

Marlow es el narrador perfecto, lo suficientemente paciente para no precipitar los hechos relevantes pero apasionado y envolvente. El lunes pasado, mientras el barco destartalado de Marlow era atacado por una cortina de flechas, agarré fuerte el bolso de la señora que se sentaba a mi lado en el trambaix. Ante su cara de asombro, no pude más que gritar "¡El horror, el horror!"